La producción visual de Agustín Portillo (Ciudad de México, 1960) es, indiscutiblemente, la realización de un auteur con singularidad plena dentro de la escena del arte contemporáneo en México. La curaduría de esta muestra propone una constelación de cuatro cuerpos de pintura, que funcionan a la manera de una exposición retrospectiva que cubre veinte años de trabajo. A través del cuerpo de obra seleccionado para la exhibición es posible descubrir —o redescubrir—, el discurso estético de un artista inteligente con una gran capacidad de exploración psicológica de la condición del sujeto y de la colectividad en la dinámica social del mundo actual.
El perfil artístico de Agustín Portillo coincide con las tendencias del final del siglo veinte que rompieron con la búsqueda del “estilo” pictórico único, hacia la integración de múltiples estilos operando simultáneamente en un solo autor. Las imágenes de Portillo provienen de una enigmática combinación de arte pop/expresionista, con referencias cruzadas a su vida personal, la historia del arte, la cultura de masas, la industria del entretenimiento y la iconografía de los medios de comunicación. En ese nivel de complejidad, Portillo es el creador de una ingeniosa narrativa alegórica que juega con la ambigüedad del sentido o significado y que aparece —en todas las series— bajo la forma de ceremonias irónicas propicias para una catarsis contemporánea.
Erik Castillo